El autismo es reconocido por:
Dificultades en el contacto con otros y dificultades en ponerse en el lugar (pensamientos y sentimientos) del otro.
Dificultades en la comunicación, tanto en el lenguaje hablado como el lenguaje corporal, mímica, gestos, etc.
Patrones del comportamiento repetitivo, limitado, forma de pensar rígido y un repertorio limitado del juego.
Estos problemas pueden conducir a:
Temor.
Agresión y ataques de rabia.
Reacciones inusuales en situaciones normales.
Patrones de comportamiento estereotípicos y rígidos como un medio de permanecer en el ambiente social.
En muchos casos los niños/adolescentes con autismo tienen dificultades de concentrarse y ellos demuestran una conducta impulsiva e hiperactiva. Además con el niño/adolescente con autismo existe una probabilidad, relativamente alta, de que sea victima de burlas y el rechazo de los compañeros. Tanto en la casa como en el colegio surgen, problemas que pueden conducir a una autoimagen negativa e incluso una depresión.